Cascamorras 2019 tenía lugar por las calles de Guadix, en un ambiente festivo y nuboso. Negros nubarrones ponían la tarde en un ay, por si no se podía celebrar Cascamorras a causa de la lluvia. Afortunadamente nada de eso ocurrió y la edición de 2019 de Cascamorras se pudo llevar a cabo sin incidentes, ni hechos que destacar, salvo el disfrute, la alegría y el buen hacer en el que discurrió la carrera y en general, la fiesta.
Si ya desde la mañana se intuía que se podía tratar de una magnífica jornada la tarde vino a confirmar lo esperado. Una buena cantidad de público acompañó a Cascamorras, unos como actores otros como ojeadores, pero todos con la alegría de participar en una fiesta plena de color, vitalidad y energía.
Era un Cascamorras inclusivo, como lo demostró la alegría con la que Jacob Puertas, recibió a Cascamorras, que le entregó por unos instantes su porra y de ese modo se sintiera más Cascamorrero. Todo un lujo, que al caer la tarde se daba Cascamorras al entrar en el barrio S. Miguel por la Puerta Alta. Luego vino la sangría, que este año con unos 500 litros pone generosamente Gabarrón, (este año con un poquito de canela) y el tilo de S. Miguel donde a su vera esperaban los bomberos con su particular homenaje a Cascamorras, inundando de espuma, a todos aquellos que quisieron ver convertida la calle en una nevada de verano.
Sangría de Gabarrón en el Cascamorras
De ahí, al compás de Santo Domingo y a la promesa de Vera, el Cascamorras 2019 de dedicarle la ultima revolea de bandera a su hijo y de despedirse en su ya sexta participación. Hay que dar paso a otros Cascamorras.



















